viernes, 12 de junio de 2009
cotidianeidad...
Un guiño a ella.
Mi recuerdo cariñoso,
mi reconocimiento a ellos,
cuyo reloj es el sol,
que no entienden de huelgas
ni de sindicatos.
Al lechero madrugador,
al aroma del cedrón en el mate,
al boniato dulce dulce hecho a la leña,
al choclo tierno recién arrancado para el puchero,
al más inutil tornillo, porque algún día puede hacer falta...
A ellos que llenan las calles de las ciudades americanas
con garrapiñadas, maní, tamales, empanadas, tortas y demás
A los que alejados de ellas libran también
duras jornadas de campo.
A la cotidianeidad de manos ásperas.
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